vendredi 30 novembre 2007

DOLOR, MALESTAR, INDIGESTIÓN...


Al final de cuentas el Vecino-Coronel-Presidente tenía razón, sí estaban preparando pruebas de supervivencia para entregarlas a los familiares. Al menos eso es lo que parecen confirmar las imágenes que da a conocer hoy la Casa de Cariño, que ahora muestran como trofeo, pero no es más que una prueba de que el loco de al lado, el mismo del congelador, como que sí iba avanzando en el cuento de la liberación de los secuestrador.

¿Y ahí uno qué hace? En realidad no me gustaría estar en los zapatos del Hecatómbico, pues aunque en un primer momento logra distraer la atención de la opinión a través de los videos (que sí, que muy bonitos, que como está de acabada la china, que ya los tenemos en la mira), más temprano que tarde también servirán estos para que salga la Piadosa y le diga: "Se le dijo, se le advirtió y usted no hizo caso".

Obviamente de ahí las cosas no van a pasar. Seguro mañana Gallup sale con encuesta: el Hecatómbico sube, la niña acabada baja y el Vecino pierde el referendo (en la encuesta, no en la vida real, claramente). Así seguimos jugando con la suerte de los que no tuvieron suerte y la guerra contra el terror sigue su avance.

LA PREGUNTA SERÍA: ¿No le dará indigestión al Hecatómbico ver a esa gente tan acabada?

mercredi 28 novembre 2007

ENTRE NEVERAS Y REFRIGERADORES


Por estos días el Liberado, Fernando Araújo, anda bastante preocupado haciendo consultas, pero esta vez no con sus embajadores, sino con distintos expertos en el tema de refrigeración, neveras y congeladores. Aparentemente, en sus seis años de cautiverio no tuvo mayor oportunidad de aprender sobre estos aparatos y hoy en día se encuentra enfrentado a arreglar o, más bien, dañar un congelador del tamaño de Venezuela que, para colmo de males, puso a funcionar al máximo de su potencia, precisamente, su Hecatómbico jefe. El problema es que hoy día los sistemas de refrigeración no son tan sencillos como los de antes y por ende solucionar el problema que tiene entre manos no es tan fácil.

Primero que todo, nuestro Liberado se tiene que preocupar por el problema de la Constitución del motor del refrigerador, cosa que ya ha sido modificada en varias ocasiones por capricho de su dueño, e incluso ahorita mismo se están buscando nuevos cambios a esa Constitución. Sin embargo, ahí no se puede hacer nada, porque él lo único que puede y debe proteger es lo que se mete al congelador, no sus aparatajes. Es decir, aqui lo que importa es cuidar las carnitas y los huesitos que pueden enfríarse mucho y depronto malograrse.

Y entonces, ¿cómo proteger al contenido del dichoso refrigerador? Por un lado, hablando mal de la nevera. No hay cosa más fácil para salvar el pellejo que hablar mal del que puede hacer mal, siguiendo la lógica matemática según la cual menos por menos es más. De hecho en las cosas del hogar es un sistema muy práctico: "Jerónimo, ¿por qué no hiciste la tarea?" pregunta la profesora y este le responde "El computador se dañó". Una versión más cercana a nuestra nevera podría ser del tipo "mija, este arroz le quedó como malo", "es que no me funcionó la arrocera". Fácil, la culpa pasa a ser del aparato y no del sujeto, entonces si las carnitas se le dañan, fue culpa de la nevera.