dimanche 23 novembre 2008

¡QUÉ IMAGEN PARA NUESTROS NIÑOS!

Llegó diciembre con su alegría, o bueno, al menos se acerca diciembre con su alegría, pues, como bien lo mencionó Patton y luego le dimos suficiente bombo en la Radio Nacional, para que llegue de verdad la navidad hacen falta aún 3 semanas. El hecho es que es inevitable que los escaparates de los grandes almacenes empiecen a llenarse de regalos y sobre todo juguetes para regalar a los niños en esta especial temporada.

No criticaré los excesos que se cometen en estas épocas. Tampoco el derroche excesivo de dinero que se va a rellenar la barriga del hambriento Papá Noel. Mucho menos voy a mencionar lo exasperante que se vuelve salir a la calle con taxistas que piden la navidad, indigentes que piden limosna por caridad navideña o el exceso de vendedores ambulantes que convierten a nuestras vías en pistas de obstáculos. Seré claro, me voy del lado de los regalos, más exactamente de uno de esos regalos que desde hace algunos años hacen aún más dificil la tarea formativa de los padres del siglo XXI: las muñecas BRATZ.

Soy franco, para mi la Barbie siempre fue algo inofensivo, una muñeca que a parte de sus desproporcionadas formas, sus pies siempre en puntas y sus peinados estilo Farrah Fawcett no representaba mal alguno para las niñas aparte de llevarlas a soñar con un descapotable rosado y una casa de tres pisos con ascensor. En cambio, esas muñecas Bratz parecieran diseñadas por los mismos creadores de MTV y Daddy Yankee... son unas muñecas que no reflejan más que la imagen de una mujer fácil, casi de una prostituta.



Miren no más esos labios gruesos, esas faldas cortas, esas piernas al aire, esas poses y miradas lujuriosas... casi lúbricas. ¿A usted como padre de familia le gustaría ver a su hija vestida de esa manera? Si su respuesta es NO, pues entonces revise bien si quiere que esa sea la imagen que le proyecten las muñecas a sus hijas. Porque además, las Bratz no son las únicas muñecas con prosty-pinta en los escaparates de Pepe Ganga o de Falabella. ¡No! Hay muchas más. Y ellas quieren llegar a tomarse a su hogar y convertir a su hija en una Bratz real, con zapatos coloridos o, peor aún, con botas más arriba de la rodilla... ¡Qué miedo!

1 commentaire:

Anonyme a dit…

Pues mi estimadisimo Juan.

Las barbies existen(?) para atraer al mundo el idealizado (imaginario, utópico) sueño americano, es decir, vivimos en la cultura Mcworld (recopilado por Denis Moraes).

Duele decir esto pero, si hace una comparación entre las muñecas Bratz y las Barbie vera que las primeras se acercan mas a la fisionomia de la mujer latinoamericana (termino que detesto usar) y las segundas a la mujer gringa. Por eso mi primer parrafo, porque el sueño americano ya no vende entonces tenemos que atraer los que estan mas alla de rio bravo poniendole los pies en la tierra, o en su defecto en el patio del vecino...

Saludos.