¿QUÉ ES MÁS GRAVE?

Me perturba un poco la oportuna orden de captura emitida por la fiscalía contra Mario Uribe, justo el día siguiente en que estalla el escándalo de las revelaciones de Yidis Medina sobre la forma como supuestamente compraron su voto desde la Casa de Cariño, para que ella diera el SÍ a la reelección.

Es demasiado particular que la orden de captura del Primo Mario se haya dado justo en esa coyuntura, desvíando totalmente la atención de un tema con implicaciones bastante graves para el gobierno de Don Uribe. Y aunque es comprensible que lo del Primo Mario ocupe las primeras planas y se convierta en la comidilla mediática, no deberíamos ser tan leves como para olvidarnos de lo graves que fueron las afirmaciones de la ex congresista y de lo que eso significa sobre los manejos oscuros dentro de la Casa de Cariño.

Es como si en un circo de dos pistas, mientras en la de la derecha el mago hace el truco de desaparecer a un elefante, en la central aparecen derepente los payasos con gran fanfarria y luces y, así, desvían toda la atención que el mago que aprovecha para esconder al paquidermo tras bambalinas.

¿No será que el fiscal aquí le sacó la fanfarria, las luces y los payasos a Don Uribe para taparle su pase mágico?